viernes, 3 de diciembre de 2010

SYCKO

Fueron las palabras de Bush de entrada , en un congreso de Salud en septiembre de 2004. Para el personal médico, que gana al año un total de seis dígitos monetarios, así empezó esta película.
La cinta se desglosa en cuatro capítulos aproximadamente.
En ella se expresa inicialmente la realidad de los 50 millones de ciudadanos estadounidenses que no cuentan con ningún plan de cobertura médica, agregando que esa película no va dedicada a esos 50 millones, sino a los más de 250 millones de estadounidenses que sí gozan de seguro médico, o que al menos creen estar cubiertos por grandes compañías aseguradoras.
En la primera parte se ve a varias personas con cobertura médica afectadas por las aseguradoras al negarles esta cobertura, como el caso de varias mujeres y una niña que mueren por falta de servicios, o de otras con varios tipos de cáncer que se ven obligadas a negociar con sus aseguradoras por los servicios de salud.
En la segunda parte, se detalla su explicación al origen de este declive sanitario: En agosto de 1971 Richar Nixon y su asesor Edgar Kaiser acordaron degradar el sistema sanitario público, dando así origen al sistema privatizado de la actualidad.
Más abajo, Moore visita la Guardería con personal entrenado profesionalmente, lo cual le cuesta a la mujer un dólar la hora de cuidados infantiles. De esta manera, Moore concluye su tour francés preguntando:
¿Hay alguna razón por la que ellos quieran hacernos odiar a los franceses? Tal vez tengan miedo de que queramos vivir tal y como viven ellos aquí.
En esta parte se muestra una contradicción del sistema: algunos de los bomberos y los socorristas voluntarios que ayudaron a las víctimas durante los atentados del 11 de septiembre de 2001 padecen secuelas crónicas del rescate. Mientras algunos de estos socorristas han perdido su cobertura médica, los detenidos por cargos de terrorismo en el Centro de detención de Guantánamo disponen de instalaciones sanitarias y personal convenientemente calificado.

FLIPBOOK



TELEVISION MEXICANA


Con la introducción de las tecnologías electrónicas de información de masas en México, con la radio en 1920 y la televisión en 1950, el poder ideológico de las industrias culturales desbordó la esfera de control y de orientación del Estado tradicional. De esta manera, éste moderno poder entró en una nueva fase de desarrollo que rápidamente rebasó los límites de los controles políticos y jurídicos convencionales creados por el Estado mexicano y se fue conformando paralelamente como un poder ideológico independiente que se enfrentó a los otros tres poderes republicanos formales que constituyen al Estado nacional, e incluso en algunos casos los reformuló y en otros los substituyó.
Por todo lo anterior a principios del siglo XXI el poder de los medios dejó de ser una variable de presión aislada e importante sobre el Estado Mexicano y de reconducción anímica de la sociedad en general, para convertirse ahora en un poder fáctico que forma parte de la columna vertebral del poder para estructurar ideológica y políticamente de forma cotidiana a la sociedad mexicana.
Dentro de ésta perspectiva, entramos en la fase histórica de vivir bajo el imperio del nuevo poder informal de los medios de difusión colectivos